ALIMENTACIÓN VIBRACIONAL

Cada día ingerimos aproximadamente 3 kilos de alimentos, incluidos sólidos y líquidos. En un año, la estimación está cerca de una tonelada

La comida es lo que nos permite seguir con la vida y proporcionar a nuestro cuerpo con todos los nutrientes, sales, minerales y vitaminas útiles para su correcto funcionamiento. En otras palabras, la comida proporciona a nuestros medios de vida, pero ¿cómo?

Sabemos que el calor (energía térmica) que un alimento es capaz de producir se puede medir con un equipo especial.

Sin embargo, tal como se expresa, el concepto de calorías es incompleto y engañoso. De hecho, las calorías que podemos encontrar en las etiquetas de los alimentos que compramos en el supermercado se calculan en el laboratorio, y la energía que el cuerpo utiliza para digerir y asimilar esos alimentos no se tiene en cuenta en absoluto.

Por lo tanto, es necesario reconsiderar completamente el concepto de alimentos y, en particular, el concepto de energía asociada con los alimentos. Las «calorías» consideran los alimentos desde un punto de vista bioquímico; pero ahora sabemos que somos también un aparato de biofísica, por lo que deberíamos «medir» la validez de la comida de la misma manera: no sólo desde un punto de vista químico, sino también desde el punto de vista físico/vibracional.

Debido a que somos seres hechos de biofotones que emiten un campo electromagnético, el concepto de salud debe ser expresada en términos de “energía funcional», una forma de corriente nerviosa – también llamada bioelectricidad – que proporciona el impulso necesario para el movimiento de las extremidades y da vitalidad a todas las células de nuestro cuerpo.

Una buena nutrición es la base para garantizar la buena salud, ya que en la comida la Naturaleza nos ofrece todo lo que nuestro cuerpo necesita para nutrirse y regenerarse.

Ya en el año 400 a.C el médico griego Hipócrates, consciente del potencial terapéutico de lo que comemos, dijo: «Que tu alimento sea tu medicina y la medicina sea tu alimento». Incluso bajo Yoganidra, el Yoga del Conocimiento, «La salud es un estado dinámico de energía, equilibrio y vitalidad» y la comida, ya que es el condensador de energía solar, es sólo una de las fuentes que nos puede asegurar este equilibrio.

El ingeniero francés André Simoneton confirmó, en esencia que la comida no es más que un condensador de energía solar. Mayor es la luz solar directa recibida por los alimentos, más frescos son los alimentos y con menos procesamientos, y más energía vibracional.

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